Los detectives privados son profesionales formados con estudios universitarios, habilitados para poder desempeñar su actividad profesional por el Ministerio del Interior y regulados por la Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad Privada. La mayor parte de los servicios de investigación que realizamos conllevan una finalidad judicial reflejada en un informe ratificado ante los Juzgados y Tribunales. El detective también colabora con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el ejercicio de sus funciones. Debemos recordar que el Gobierno de Canarias tiene asumidas las competencias en Seguridad Privada y se espera que, en los próximos años, vaya acogiendo las amplias competencias que tiene en este sector donde también nos encontramos los profesionales de la investigación privada.

         La función del detective es un trabajo profesional que únicamente lo pueden contratar los interesados cuando exista un interés legítimo, firmando un contrato de servicios que vincule a las partes intervinientes y todo ello regulado bajo la tutela de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.